jueves, diciembre 04, 2008

¿Libertad de qué?

Epicentro Informativo de Leonardo Schwebel

En asuntos de Libertad de Expresión habría que considerar la Libertad de quién o para quién. Es Libertad del que reporta un hecho real y así lo expone. O es Libertad de quien paga a ese periodista. O es Libertad de quien factura en el espacio. O Libertad del que escoge que recibir.
Una iniciativa internacional, con motivo de los problemas de Expresión que hay en Venezuela, pide que intervenga la ONU u OEA a fin que quien atente contra esa Libertad de Expresión sufra sanciones semejantes a quien comete actos contra Derechos Humanos en casos de terrorismo o narcotráfico.
Señala el documento que sin Libertad de Expresión, no hay democracia.
Es un tema del que he estudiado y expuesto en diversos foros y aún no acabo de entender si se trata de un dogma de fe o una convicción o una defensa.
Un caso que tiene que ver con todo eso sale a la luz pública por el caso Neoskin.
Durante meses nos invadieron con publicidad del tema y libremente los medios dejaron que la empresa publicitara sus servicios.
No se puso en duda su efectividad, sus recursos y mucho menos sus resultados.
No se investigó a fondo si todo lo que se decía era cierto y con toda Libertad se expresaron los beneficios de los productos.
Hoy sabemos que la historia es diferente.
La empresa huyó y dejó varados a miles de personas que se quedaron a medias con sus tratamientos.
El fraude es millonario y así se ha reportado periodísticamente, pero lo que ahora sale a la luz es qué tanto influyeron los medios de comunicación para que la gente cayera en las redes de ese truco.
Con tal de vender, entonces, se dio Libertad a que se defraudara.
Los mismos casos pueden señalarse en otros temas.
No hay una especie de control de calidad y vemos constantemente que nos invitan a que consumamos productos de los que se duda su procedencia.
Si un programa, un canal, un medio es un negocio ¿dónde está la Libertad?
Si no hay recursos para investigar, si los reporteros deben estar en varios medios para medio subsistir, si no hay seguros que les aseguren que pueden expresarse –por ejemplo- contra el narcotráfico, pasamos al terreno que lo que sabemos es real, pero real a medias.
A una compañera le acaba de pasar. Debido a compromisos comerciales con un municipio, quedó en la disyuntiva de informar que no hubo quorum en el informe del Presidente Municipal y que en dicho documento, se reportó una obra cuyo avance es de 0.01 por ciento, según la propia autoridad. El decir esto provocó un enojo, con amenaza de ya no seguir respetando los contratos.
¿Entonces, de qué Libertad hablamos a la hora de la Expresión?
Mucho también depende de quien está del otro lado.
Así que la Libertad de Expresión sigue siendo un término ambiguo, adoctrinado, más parecido a una filosofía.
El periodismo bloguero, independiente, donde uno es su propia empresa, depende de recursos para sobrevivir.
Por eso me quedo con lo que siempre he dicho…sí, la Libertad de Expresión existe, pero tengo prohibido hablar de eso.

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