Nos la debemos

Epicentro Informativo de Leonardo Schwebel

Como ya platiqué, el rollo ese de separar la basura llegó a donde vivo con retraso pero con rigor.
Cuando no toca lo no orgánico, no se llevan las cajas de juguetes y algunas personas dejan su basura en la banqueta esperando un milagrito.
Si bien en este país las cosas se arreglan con darles para su Navidad, los señores de la basura han sido firmes. Sólo recogen lo que corresponde y punto. Y eso, es bueno. O aprendemos o aprendemos.
Lo mismo ha sucedido en el DF con sus aparatitos del alcoholímetro. A la fecha ya van más de mil remitidos por sus copas de más. Eso, gústenos o no, ha evitado que mil anden transitando con la probabilidad de causar un accidente. Y eso es bueno. O aprendemos o aprendemos.
Algo semejante pudiera aplicarse a quienes aún hablamos o mandamos mensajitos conduciendo el vehículo o a quienes insistimos en no ponernos el cinturón de seguridad.
También ha sido más o menos eficiente eso de no fumar en lugares públicos cerrados.
En la clásica placeada de fin de semana no vi colillas tiradas o en los ceniceros.
Nuevamente, o aprendemos o aprendemos.
Esas acciones son las que ponen en el Epicentro el tema de nuestras responsabilidades como sociedad. Está bien que no nos dejemos del placazo o limosnazo o nos pongamos firmes frente a lo que no hace Salud por nosotros. Véase las cifras del dengue para darnos cuenta.
Pero también debemos admitir que cuando se trata de poner las cosas en su lugar, nosotros nos debemos cumplir.
Tiramos basura y prendemos fogatas y eso nos afecta a todos.
Tampoco hacemos caso cuando se trata de manejar y esta cifra de 2007 en un ejemplo.
No se trata que nos impongan las cosas y hagamos lo posible con evitarlas, sino de entender que nos conviene separar la basura, afinar el auto, respetar las señales de tránsito.
Se trata de entender que es mejor vivir civilizadamente en beneficio nuestro y de los demás.
No se trata de ser una sociedad cuadrada sino de procurar una democracia sana que no sólo dependa de cuando nos toca votar.
Un buen propósito del 2009 es hacer algo por nosotros, nos debemos eso.