Polémica educativa

Ni a Álvaro López ni a Paola Castillo gustó lo que escribí recientemente titulado Orejas de burro. Y me alegra que este tema –y otros- genere diversos Epicentros. Los argumentos del amigo Álvaro, como el de cualquiera, son respetados, aunque no necesariamente compartidos, y se expresan libremente en la propia página, para que usted continúe la comunidad. Sólo remarco que los datos presentados son de una fuente internacional, la OCDE, y que desde al menos 2005, esas cifras reflejan que hay un hueco: "Esta inequidad en el acceso se corrobora por la diferencia sustancial en el país, si se considera el promedio de escolaridad, pues mientras en los estados del norte el promedio va de 7.7 a 8.7 años, en los estados del sur el nivel es de 5.7 a 6.7 años. Tan sólo el estado de Chiapas está en el último lugar respecto de los niveles educativos en el resto del país, con un promedio de 5.7 años de escolaridad, lo que representa un promedio más bajo que el que tenía el Distrito Federal hace 30 años”.

Desde ese 2005 a la fecha, no se ha avanzado educativamente: El promedio de año de escolaridad en nuestro país es de 8.

Paola Castillo, estudiante de la Normal de Jalisco, 20 años de edad, me hizo llegar sus comentarios por otra vía. Señala que el problema es definir el propósito de la educación en una sociedad.

“…De qué sirve que se meta dinero a educación si aun así van a seguir los mismos educadores ineptos; de qué sirve que todos tengan los recursos, si el maestro que "disque educa" no tiene pedagogía y no sabe su finalidad en la sociedad”.

Otra fuente oficial, la Secretaría de Educación Pública, indica que a la fecha no se la logrado aumentar la cobertura de jóvenes inscritos en el nivel superior, que apenas alcanza 23.7 por ciento. La OCDE refuerza que sólo uno de cada cinco jóvenes de 19 a 23 años recibe educación superior.

Fue Calderón, no yo, quien en junio de 2006, antes de las elecciones, prometió: “Becas y créditos de estudios para impulsar los mecanismos de evaluación de programas de alumnos de educación superior, elevar de 23 a 35 por ciento la tasa de cobertura para estudiantes de universidad, y aumentar la inversión en infraestructura educativa”.

Sin embargo la futura maestra Paola Castillo apunta: lo que te quiero decir es que metiendo dinero a la educación no soluciona si no pone un gran parche. Añade: “los niños serán una chingonería en los avances tecnológicos, pero no servirá de nada si no son capaces de aplicar valores para convivir en sociedad”.

Fue Calderón como candidato, quien en un evento previo al primer debate del 2006, pronunció: Vamos, amigos, a dejarles a nuestros hijos la mejor herencia que podemos dejarles, que es precisamente la educación. No hay mejor herencia que una educación de calidad y yo quiero hacer un acuerdo con la maestras y los maestros de México, con los padres de familia, hacer un acuerdo para que nuestros hijos no sólo se eduquen, sino que se eduquen con calidad, que destinemos el mucho o poco dinero que tengamos a escuelas y universidades de calidad y que ellos se formen, las niñas y los niños mexicanos quiero que se formen como los mejores del mundo; quiero un México campeón del mundo también en materia educativa.”

Para la OCDE, en el informe "Revisión Nacional de Investigación y Desarrollo Educativo", de 2005, meses antes de las elecciones de 2006, “otro de los retos es elevar la calidad, pues evaluaciones realizadas por la propia Secretaría de Educación Pública (SEP) y estudios Internacionales muestran los pobres resultados que alcanzan los estudiantes en los cursos”. En este 2009, la OCDE señala: En México hay 4 millones 100 mil niños sin acceder a la educación básica —primaria y secundaria—, lo que representa 14.4% de la población de entre 6 y 15 años.

La educación básica de México es responsabilidad del yerno de Elba Esther Gordillo.

A favor de la educación laica, Paola Castillo, concluye: “los problemas de educación son más culturales que económicos; ya no importa el desarrollo como persona, ya les importa más el saber que si esto te va a servir para ganar mucho dinero. Por eso ya en las familias no hay apoyo hacia la escuela porque sólo lo toman como un requisito mas para conseguir un buen empleo, no para crecer como persona, entonces pierde su propósito de formar personas morales es decir no para crecer como persona. Se pierde su propósito de formar personas morales es decir ni siquiera para ser un impulso de desarrollo social si no para ser un impulso de desarrollo económico”.

Calderón candidato dijo frente a miles de niños: “les vamos a dejar un México con una economía estable donde ellos puedan encontrar trabajo cuando crezcan o les vamos a dejar una economía en crisis como en el pasado, cargada de deudas; deudas que tendrán que pagar aunque no tengan trabajo…Por eso, voy a ser el Presidente del empleo y la estabilidad económica, de la transparencia y de la unidad nacional…Ya no es el México de las crisis económicas recurrentes donde cada Presidente quebraba al país y le dejaba un montón de deudas”.

Hasta el momento, la deuda de Calderón (que Calderón llama blindaje) supera los 85 mil millones de dólares. Más que lo que Obama quiere meter en Irak y Afganistán.

En un ensayo escolar, donde se compara la educación de México y Japón, la estudiante Paola Castillo enfatiza: “En México, por contra, se persigue vincular a toda costa a las universidades con el sector privado, a fin de que contribuyan a alcanzar las metas de productividad, competitividad y eficiencia, las cuales ayudarán a que el desarrollo económico muestre un rostro más humano y permita obtener los mejores dividendos de la participación de México en los diversos mercados del mundo: Se busca la corresponsabilidad Estado−Empresas y la mejora de los individuos y las familias”.

El día del maestro de 2006, se reportó esto del candidato presidencial: Felipe Calderón se pronunció porque la educación no sólo sea números y letras, sino también valores, sentido de la vida y de respeto a los demás y así mismo, amor a la Patria. A los maestros les prometió impulsar su reconocimiento social y económico y a terminar con viejas prácticas que hay en el magisterio. "Que el otorgamiento de plazas educativas no se otorgue por conveniencia política o por interés político, que se otorgue por mérito o por esfuerzo que tengan los propios docentes", dijo Calderón.

La OCDE menciona una evaluación aplicada por la UNESCO a estudiantes de tercero y cuarto grados de educación básica en 13 países de la zona, en donde México se ubica en el tercer grupo de estas naciones con un resultado menor al promedio regional. Además, México se ubica en el último lugar de la OCDE en la capacidad de lectura combinada para los estudiantes de 15 años. En general, destaca la OCDE, el reto para México es el fortalecimiento de su capital humano como una condición necesaria para lograr un alto crecimiento sostenido en el largo plazo.

En México hay más de 31 millones de estudiantes de diferentes niveles. Paola Castillo dice: de que sirve que la escuela esta con la mejor tecnología si un maestro no puede enseñar valores ni con el ejemplo. Además, el problema no es sólo de los maestros sino de la sociedad que tampoco sabe el fin de la escuela, mientras los padre piensen que la escuela es una guardería, la escuela no va a cumplir su finalidad”.

En el reporte 2005, la OCDE señala: "Se requiere que un maestro de secundaria en México imparta mil 47 horas por año, por encima del promedio de la OCDE de 701 horas y, de hecho es el más alto entre los países miembros, exceptuando a Estados Unidos". Por otro lado, mientras los ingresos por hora enseñada después de 15 años de experiencia es de 41 dólares en primaria, México, al igual que Hungría, Polonia y la República Checa tiene bajos costos salariales con 21 dólares o menos”.

Las componendas de Calderón con Elba Esther Gordillo y el SNTE y el PANAL no fueron consideradas en los discursos del candidato.

Agradezco los comentarios que permiten un ejercicio periodístico más completo y sobre todo las aportaciones.

Invertir en educación de calidad es lo mejor que un país puede hacer para superar cualquier crisis, no sólo económica. La situación de violencia actual alerta que esto también es un asunto de seguridad nacional.

Cualquiera quisiera que México supere todo esto, el problema en esencia es prometer lo que no se va a cumplir. Mientras Elba Esther Gordillo esté a cargo de la parte más fundamental del desarrollo, es difícil lograrlo.

Eso, amigo Álvaro, es la verdadera obscenidad.