domingo, mayo 17, 2009

Yo y Benedetti

Conocí a Benedetti en muchas circunstancias.

La primera, cuando mi papá descubrió uno de sus libros emblema: La Tregua. Mi papá también estaba en proceso de jubilación y contando los días para hacerlo, como Martín Santomé. Varias veces nos leyó pasajes de ese diario novelado. Algo había en aquel escritor que atraía.

Más tarde lo encontré en un piso. Sí, de esos que tienden libros en el suelo y uno los descubre. Así contacté con mi primer Benedetti, en ese caso con El cumpleaños de Juan Ángel, un poema de difícil lectura, sin puntos y comas, pero también con una narración de aquellos tiempos de Uruguay .

De aquella mi primera lectura de Benedetti recuerdo eso de: “…sólo hay algo más sabrosos que hacer el amor en una noche fresca del verano y es hacer el amor en una tarde calurosa del invierno…”

A partir de ahí fue una conexión interminable.

Otra circunstancia fue a través de Nacha Guevara y Alberto Favero. Nacha cantando los poemas de Benedetti: “No lo creo todavía/estás llegando a mi lado/y la noche es un puñado/de estrellas y de alegría”.

Una noche lluviosa fui a verlo a Bellas Artes.

La idea era muy sencilla: ir a su encuentro, escucharlo leerse y pedirle firmara los libros. Pero nunca tomé en cuenta que había muchos yo. Otros que como yo llenamos Bellas Artes hasta el tope y hubo que sentarse en las escaleras de mármol del vestíbulo y medio oírlo y medio verlo con unas pantallas gigantes que nunca alcanzaron a fijar una imagen.

Ese Benedetti tenía la virtud de aglomerar a un grupo de jóvenes que hacíamos inmensas filas y peripecia y media para estar cerca de él, como si fuera un rockero star.

Esos jóvenes en ese momento éramos reunidos por un viejo de 60 años.

Lo he leído, releído, aprendido y aprehendido.

Y al final ese es el chiste de un escritor: leerlo.

Fueron más de 30 años de mutua comunión. Benedetti hizo mucho por mí y yo no hice nada por él, pero no creo que haya sido necesario.

Se murió hoy domingo 17 de mayo de 2009 a los 88 años.

Don Mario, Mario, Benedetti, sólo puedo darle Gracias por el fuego.

1 comentario:

Unknown dijo...

También nosotros estuvimos ahí, en Bellas Artes. Queríamos que Benedetti nos diera su última palabra acerca de la catarsis y la lucha social.... para que nos ayudara a entender, como lo hacía con su poesía....