jueves, noviembre 19, 2009

Carlos Briseño

La última vez que escribí de mi periodo en la Universidad de Guadalajara, con Carlos Briseño al frente, titulé mi comentario Cacería de Brujas y se publicó en el blog y Conciencia Pública días antes de cumplirse un año de su destitución como Rector general el 29 de agosto de 2008.

Este 19 de noviembre de 2009 Carlos Briseño se suicidó (versión oficial confirmada).

Regresaba del D.F. donde se reiteró el fin de su lucha legal por regresar a la Rectoría general. Se le encontró en su baño con un balazo en la sien con una 9 mm.

En ese texto que publiqué aseguraba: “Hoy se puede decir que Cortés Guardado es Rector General y que un juez así lo confirma, por lo menos hasta que esto llegue a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, si acepta analizarlo”.

Esa declaración fue refutada por el mismo Briseño en Conciencia Pública 24, como consta en la entrevista que le concedió a Gabriel Ibarra.

Yo conocí a Briseño periodísticamente en algunas entrevistas que le hice en radio. En una en particular, me afirmó que renunciaba al PRI para dedicarse de lleno a sus deseos de ser Rector general.

La única vez que conviví con él fue en una breve comida donde llegó tarde y se fue rápido, donde me ofreció conducir un programa de TV para la Universidad de Guadalajara, semejante a 60 minutos.

Desde luego acepté pero la emisión nunca se realizó.

El mismo día que me corrieron de Pulso Informativo, en septiembre de 2006, me concertaron una cita con Raúl Padilla, quien aceptó que entrara a la UdeG pero no en radio sino en televisión. Después de eso hice acto de presentación con el entonces Rector general Trino Padilla y por último con Carlos Briseño, como Secretario general. Ese día me sorprendió la opulencia de su oficina y su forma directa de dirigirse a mí. Esa fue la segunda vez que lo vi.

Así hice el programa Territorio Reportaje, después me nombraron Director de Información y Briseño me ratificó el 1 de abril de 2007.

Periodísticamente fue un trabajo donde no siempre coincidíamos pero nunca me dijo algo que me callara. En sus incontables mails jamás me pidió algo a favor o en contra de algo o alguien, aunque sé que no estuvo de acuerdo, por ejemplo, que Radio Universidad por mi conducto y en forma exclusiva esa mañana, sacara todo el audio de la famosa mentada del Gobernador.

En ese periodo sólo una vez lo entrevisté en cabina por Radio Universidad. Una vez en más de un año.

Lo volví a ver este año en un Starbucks, donde había instalado su centro de acción.

Hablamos casi una hora, por primera vez -diría-, como amigos, sin cargos, sin grabadoras.

Me prometió que volvería a la Rectoría y usó esa expresión: “te lo prometo, Leonardo”.

En la plática recibió una llamada donde después se quejaba de que tenía muchos gastos.

Nos despedimos y lo vi subirse a una camionetota.

Fue cuando me dije, “yo, todo jodido , y él con su camionetota”.

En el DF le confirmaron lo que ya se sabía: no regresaría a la rectoría. Tuve razón en lo que escribí aunque él amablemente no estaba de acuerdo con mi afirmación publicada.

Es muy difícil saber los motivos de su suicidio, y en ese sentido se lo respeto.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo que me parece es que a Briseño lo suicidaron por esos intereses tan grandes que mueven la bola de rateros de Padilla y su banda

Anónimo dijo...

Ud cree que fué suicidio ?
Yo, NO !!!

rosi