jueves, septiembre 06, 2007

Epicentro de Leonardo Schwebel

Vivimos el momento donde por dinero, el gobierno federal está dispuesto a entregar un costo político importante por lo que se vivió hace ya más de 14 meses.
Tal como ocurrió con Fox, el Presidente se ha empeñado en acabar con todo lo que tenga que ver con el perredismo y en ese afán se han olvidado de lo primordial. En el escenario, inclusive, el propio PRD hace hasta lo imposible por deshacerse y el PRI ha optado por la política de que es preferible ser el primer en rajarse que ser el que se manche.
Como si obedeciera el mandato de otros, Calderón se ha empeñado tanto en su Reforma Fiscal, que está dispuesto a cargar con el costo político de subir la gasolina y el costo de credibilidad si se aceptan los cambios de Consejeros del IFE.
En los dos casos el que pierde es el PAN.
La escalada de precios puede ser impresionante y que salgan Ugalde y demás del IFE, implícitamente da por sentado que algo ocurrió el 2 de julio.
Pero Calderón debe saber todo eso porque si no estaríamos en una verdadera encrucijada.
Como lo sabe, vende al mejor postor lo que lo sustenta: la legalidad de haber ganado y el apoyo popular creciente.
Quien abandona eso por dinero, lo que hace es prostituirse.
Y es que la situación económica, aparentemente, no es tan urgente como para sacar al país de una crisis.
Es tanta la necedad de sacar esas Reformas, que ya a estas alturas uno duda de lo que está en juego.
Desde luego que en este terreno entran en juego las especulaciones y es ahí donde más vale aclarar a tiempo. Pareciera que todo está encaminado hacia un gran proyecto donde intervendrían asuntos de seguridad nacional como es el caso de PEMEX.
Ya aquí habíamos advertido que todo ese asunto de la inseguridad no tenía otro propósito que justificar una intervención militar estadounidense.
Recuerde que cuando entró Calderón el asunto del narcotráfico no pareciera ser tan grave dado que las acciones violentas estaban muy segmentadas.
Algo semejante pasa con la Reforma Fiscal. Si tanto nos venden que hay crecimiento, que los niveles macroeconómicos van bien, entonces por qué la urgencia de sacar la Reforma.
Cuando Calderón entró de Presidente y todavía antes, nos vendieron la idea que Fox había dejado el país estable y seguro. Hoy está en duda.
Respeto a las prostitutas que hacen esa actividad porque sus razones tendrán. Lo que no puedo respetar es que por un puñado de dinero se venda una verdad que a todas luces huele a mentira.

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