martes, febrero 03, 2009

I sin FE

Epicentro Informativo de Leonardo Schwebel


Cuando el sábado escribí y publiqué en mi blog sobre las interrupciones del IFE en los juegos de futbol, cándida e inocentemente me equivoqué al afirmar que eso no podía ser idea de las televisoras. Hoy ya sé que no fue el IFE el que ordenó interrumpir el Chivas vs. Monterrey o el América vs. Morelia (los juegos que vi) sino que -contrariamente a lo que supuse- sí fueron las televisoras quienes lo hicieron. Fueron las cadenas las que interrumpieron el show de Bruce Springsteen en el Super Bowl. A pesar que trabajé 23 años en Televisa, caí en esa trampa como espectador.
Así que el IFE y los Partidos, no fueron quienes interrumpieron (fenómeno que se repitió en películas, telenovelas y series).
La orden, para quedar claros, como lo expliqué este martes en Epicentro Informativo, no provino de la magia, sino de un mandato orquestado. Las pautas de cualquier canal o estación –comercial o no- se hacen previamente y con continuidad. Quienes ponen esos comerciales o anuncios o avisos, trabaja en los medios y sigue los contratos asignados.
La televisoras (Televisa y TV Azteca) jugaron a ser las víctimas y lo hicieron con un melodrama que les salió a la perfección. Ni a Fernanda Villeli (quien murió estos días) le hubiera salido mejor la trama.
Pero sí hay una víctima, debe haber un héroe.
Como en el chiste de la orgía, hay que organizarnos.
1.- La televisoras y estaciones no tienen dueños sino concesionarios o permisionarios.
2.- Constitucionalmente se establece que el Estado mexicano (no el gobierno) tiene derecho a 48 minutos diarios.
3.- Las reformas de ley correspondientes (buenas o malas) se sabían desde hace un año.
4.- Las televisoras no fueron sorprendidas, ya se sabía de antemano cuándo iniciaría este periodo electoral y la cantidad de sptos quedó acordada y notificada –como dice abajo- en noviembre de 2008.
5.- Fueron los Partidos (políticos) quienes determinaron darle al IFE la autoridad para un equilibrio de sus propagandas. Bajo esta condición, los llamados Partidos chicos tendrían la misma cobertura que los grandes (presupuestamente hablando) y así se evitaría que sólo los que tengan dinero podían aparecer en la gran vitrina televisiva.
El IFE entonces se convierte en Super IFE: organizar las elecciones, pautar los contenidos (23.4 millones de spots), actualizar las credenciales (el fallido si es 03 renueva), pactar para que no haya guerra del lodo, blindar que los candidatos no estén involucrados en negocios turbios y además, llevar a cabo las elecciones.
Para aumentar sus poderes, ese Super IFE debe ser imparcial, tolerante, firme, determinado y limpio.
Pero así como en Héroes, los buenos se hacen villanos, aquí el Super IFE no contó con la astucia de los demás.
1.- Las televisoras cumplieron con el mandato. Si el IFE no sabe acomodar los millones de spots, entonces ellas lo harán. ¿Cómo? interrumpiendo la programación.
Las televisoras cumplieron con la Ley.
2.- Si los Partidos (chicos, medianos o grandes) no saben aprovechar su Super campaña y dicen lo mismo y lo mismo y lo mismo y lo mismo, no es bronca de nadie, sino de ellos.
3.- Si el IFE quiere ser Super IFE, ahí están sus anuncios y su espacio, ahora a ver cómo lo resuelven.
Lo dije hace tiempo. Al IFE le digo I porque ya le perdí la FE.
Aquí no importa el ciudadano y no ciudadano (prueba de ello es que hay interrupciones en programas infantiles donde los niños no votan). Aquí no importa que las elecciones nos cuesten 18 mil millones de pesos. Aquí el chiste es verle la cara a todos.
Cuando usted vote el 5 de julio, estará depositando 500 pesos en las urnas.
Cuando usted vote –por ejemplo por un diputado federal- estará decidiendo a quién le dará una vida placentera de 153 mil pesos al mes.
Cuando usted vea su partido, su telenovela, su serie, o escuche su ópera como en Radio Educación, puede mentársela a quien quiera…al I (sin FE), a las televisoras, a los Partidos…todos se están burlando de usted y de mí.
Ahora que si de interrupciones hablamos, vea lo que sucedió en una canal de cable, donde el Super Bowl fue interrumpido por un pene. Y aquí sí, el IFE nada tuvo que ver.

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